Washington, 12 jul (Prensa Latina) Residentes de la estadounidense ciudad de Nueva Orleans, Luisiana, ejecutaron hoy acciones para enfrentar el azote de la tormenta tropical Barry, que puede convertirse mañana en huracán, según pronósticos meteorológicos.
De acuerdo con reportes de prensa, ya se produjeron lluvias e inundaciones en la urbe, que no olvida las devastadoras consecuencias del huracán Katrina en 2005.
Ese fenómeno también golpeó otras partes de Luisiana y los vecinos estados de Mississippi y Alabama, y dejó más de mil 800 muertes y daños materiales de 108 mil millones de dólares, según datos oficiales.
John Bel Edwards, gobernador de Luisiana, afirmó que las autoridades están tomando la situación muy en serio y existen más de 300 autobuses a disposición de los pobladores por si es necesaria su evacuación.
La víspera, el presidente norteamericano, Donald Trump, firmó una declaración de emergencia para el territorio, lo cual facilita destinar fondos federales en aras de enfrentar los problemas causados por el meteoro.
Autoridades del aeropuerto Louis Armstrong y varias aerolíneas pidieron a los viajeros gestionar cualquier cambio de itinerarios a través de Internet y no acudir innecesariamente a la terminal aérea.
Compruebe el estado de su vuelo con su aerolínea antes de venir al aeropuerto, y llegue temprano, las colas pueden ser más largas de lo habitual, advirtieron.
Por su parte, la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, advirtió a los residentes que revisaran sus planes y cantidades de suministros, y estuvieran alerta a los últimos pronósticos.
Estén preparados, sean cuidadosos y manténganse a salvo, por favor, tuiteó Cantrell.
También, establecimientos comerciales colocaron bolsas de arena como barreras protectoras y clausuraron ventanas, mientras la población compraba alimentos y agua más de lo habitual.
Si por fin logra convertirse en huracán, Barry será el primero de la actual temporada ciclónica en el océano Atlántico, que se prolonga del 1 de junio al 30 de noviembre.
El último 20 de mayo se formó al sursureste de Bermudas una tormenta subtropical, Andrea, que se debilitó enseguida y no causó daños.
Además, en 2018, surgió otra tormenta subtropical (híbrido entre las de núcleo frío, de invierno, y caliente, de verano), Alberto, antes del comienzo de dicha etapa.
El vaticinio actualizado de la Universidad Estatal de Colorado, que se difundió hace tres días, precisó que la actividad de la presente temporada será «casi promedio», con 14 tormentas con nombre.
Así, puntualizó la fuente, se esperan dos más que el promedio anual y una por encima del pronóstico divulgado en abril pasado.
De las 14 tormentas, añadió, seis pueden convertirse en huracanes, incluidos dos de categoría tres o más en la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco.